Y créanme que no miento, por ejemplo puede enamorarte un viejo invitándote a bailar a "La Cascada", mientras me escandaliza su propuesta por la simple razón que en esta ciudad "La Cascada" es conocida por "El Palacio de las Arrugas", un lugar donde las viejas "cazan" amantes, dicen por ahí. Pero como es viernes, me vuelvo tolerante y acepto que el viejo me demuestre su intenso amor con una verborrea desbordante donde entre versos improvisados, me cuenta que le encantan las mujeres, lo motivan y lo alborotan, pero termina molesto porque le comento que es un buen heterosexual, y me insulta diciéndome falta de respeto porque él no es nada de esas cosas. Así que sin perder la cordura sigo la labia infinita del viejo no heterosexual pero que le gustan las mujeres, donde en una misma oración me hace una pregunta indiscreta y me pide que le diga un verbo, le pregunto ¿cualquiera?, y afirma que no, que "cualquiera" no es un verbo, contenida en mi carcajada le acepto la respuesta, porque tiene razón: cualquiera no es un verbo, aunque cualquiera puede proponérselo. Conjugo y logro que se vaya, finalmente. Después de todo es viernes.
Dos tabacos mas palante, y breve "muela" filosofal con mi padre adoptivo Cuervito que me amenaza con publicarme en su blog bajo un titulo prestado -que pa nada se acerca al de "espiga y tomacorriente" que sentenció el Joe-, observo el ir y venir de los desenmascarados del régimen que pululan por cualquier esquina mayamiera. No crean que me he vuelto paranoica recalcitrante como muchos del exilio histórico, simplemente es viernes y los "agentes encubiertos" también tienen necesidades sociales de fin de semana. Así que en este viernes todos podemos enloquecer tolerantemente juntos pero no revueltos, después de todo lo dijo el poeta: "solo el alcohol convierte en milagro el barro", o la droga, o el tabaco, o cualquier variante adictiva que consumas pa sumarte a la locura de viernes.
Planes van y viene, humo sube y se disuelve, una foto indiscreta, flirteo, piropos, debates de cualquier tema y el simple placer de habitar un lugar donde demos rienda suelta a nuestra locura de viernes.
¿Donde la descargamos? Planes otra vez van y vienen, huelo a cenicero pero no importa, esa peste "brown smoke" me excita los sentidos ¿seis o siete?, a esta altura no se si tengo sentido. Pausa, no volvemos porque entre el humo nos quedamos levitando por allá arriba, por ese nivel superior a la materia donde podemos saludar a cualquiera vivo o muerto que tenga alas o suficiente nafta pa elevarse. Me posee "the cheshire cat" y cuando acepto mi pasaje a lo desconocido, tus ojos me aterrizan a la realidad. ¿Apareciste o te invento? No se, todo puede suceder en esta locura de viernes.
Pero eres real, viniste por mi y te creo, el viernes es propicio pa creerlo todo. Me sigues Calle 8 arriba, frenos, velocidad, freno, acelero, y tu detrás de mi, policía nocturno, vigilante de mis carnes. Llego, llegas, llego desorientada, alterada, excitada. Helados de diferentes sabores de frutas cubanas pa alimentar los demonios que luchan por romper las jaulas de mi vientre. Un vaso de papel lleno de buen vino, después seguimos con cualquiera: argentino, californiano, italiano... lo importante es que la uva desinhiba. La Tremble canta, en su bruma etílica repite las canciones y nosotros nos descojonamos de la risa, su amante duerme escondido tras una columna, una damisela ¿encantadora? asegura que estudió en la escuela de arte como nosotros, ¿cual?, Agronomía asegura, y no aguanto la carcajada, no creo!, siiiii dice... pienso: pues pa que veas, el arte ha avanzado tanto que ya me pierdo entre sus clasificaciones. Pa demostrarlo se levanta y proclama que además, bailó en Tropicana, -como todos, digo yo, recuerdo que la ultima vez lo hice mientras cantaba Isaac Delgado, en una gala del Festival de Cine-, pero no, me rectifica que lo hizo como bailarina profesional, debió haber sido parte de su carrera de Agronomía, pienso. Regreso al poeta y dictamino: "como un cuadro del viejo Chagall, así son las locuras de viernes".
Tu tranquilo, me revuelves las hormonas con tus manos, discreto, mientras todos gritan el estribillo, tu jerigonza cubanogringa hace estampidas en las mariposas esas de mi estomago, quiero lanzarte y violarte, pero me contengo, regreso en un segundo de puta a doncella e intento coordinar: rellenar vaso con vino-baño-tararear la canción-olvídate de su boca por un segundo-por favor. Nada se aplaca, ¿por fin a cuanto se evapora el agua?, me siento gota, sudor, mojada. La noche no termina y la locura de este viernes se maximiza.
Créditos finales, la Tremble recoge los cacharros musicales, la Ingrid bosteza y apura al Luisi, Cuervito le sigue la rima a la damisela ¿encantadora?, el Joe se reporta by text sufriendo el bar mitzav en la lejanía, tú y yo solo queremos bebernos, masticarnos, destrozarnos como los dos únicos animales sobrevivientes en esta cadena alimentaria. Parqueo vacío, cuerpo contra cuerpo entre nuestros carros y los besos enloquecen hasta subir mi vestido, fricción, caricias, me disparo, blackout y gozo mis dos segundos desde la estratosfera. Otra vez me raspo una rodilla, estos asientos de los carros pueden ser mortales trampas pa desesperados. Te muerdo con conciencia, te quejas, me regañas, tranquilo que es solo un recuerdo, como el raspón de mi rodilla. ¿Que hacemos? ¿Pa tu casa o pa la mía? Este parqueo ya me sofoca, necesito cuatro paredes, desnudez, succionarte cada poro con calma-violencia-arrebato. Pa mi casa que en definitiva es locura de viernes.
Llegamos, la noche refresca y yo estoy ardiendo, me atormentas en ingles cuando mi vagina me provoca dislexias mentales, curioso recorres cada centímetro de mis paredes, quieres descubrir quien esta dentro de mi, esa que yo mantengo secuestrada en las profundidades abismales de mi corazón lleno de estrías, pero tu insistes en romper la "femme fatal" dura y redura que le vendo a la chusma. Me dejo llevar, te entrego las llaves pa que me desarmes, a estas alturas solo quiero chuparte la sangre, vampira de mi, sedienta de hecatombes. Necesitas comer algo rápido, recuperarte, ¿un sándwich?, cualquier cosa antes de hincar los dientes en mi carne al dente, -y ya ni se si es una redundancia-. Arrancamos almohadas, edredones, y tu penetración es la única sensación de la cordura en esta locura de viernes donde grito mis cuerdos vocales pa que el universo se entere que león come toro, y soy tu esclava esta madrugada.
Paz, tu pecho, y después de tantos siglos de oscurantismo sentimental, de sufrimientos y sanaciones, encuentro un oasis bajo tu cuello justo en el centro de tus dos tetillas, me recuesto, me embriago, me estremezco, intento salvaguardarme pero es tarde, te probé elixir prohibido, recaí en el abismo de tus brazos y me desbordé como hacia antaño, desobedeciendo los carteles de advertencia que llevabas en la cara. ¿Y ahora? No se, paciencia, esperar. La muerte es dulce bajo la garra del león.
Sábado, regreso al mundo real y tu eres solo una presencia gaseosa en mi sábana, un olor que inspiro y expiro, un espasmo vaginal y húmedo cuando me baño, y mis neuronas empiezan a recordarte, a procesar la información de tu epidermis, dermis y órganos. Tu mirada, tus manos, tus brazos, tu pecho... tú!!! Ufff ay de mi, solo pienso en tu pecho y esa tranquilidad protectora que me invadió!!!... locura de viernes, ¿locura de viernes? Ya ni se, solo se que necesito escribirte, pensarte, sacarte de mi cabeza y agradecerte porque con tu CPR me trajiste de vuelta... ¿locura de viernes? no se, veremos... digo yo.