miércoles, 31 de agosto de 2011

Mujeres de Venus, hombres de Marte, y los niños de... AMPANGA!!!

Creo que si los niños vinieran con un manual bajo el brazo, igual no serviría de nada, porque ellos todos los días te sorprenden con la independencia, y la capacidad de accionar y decidir por si mismos. Puedes preverlo todo, tenerlo todo bajo control y ellos terminan superando tus expectativas y siendo mas creativos que cualquier artista famoso, y aunque te partas el lomo formándolos a tu imagen y semejanza, terminan siendo una individualidad totalmente diferente a la tuya.
Sucede que mi buena amiga Carla se emociona porque Carolina se preocupa por los pobres niños africanos sedientos, y yo pienso en Carola cuando leo su comentario, porque madre al fin, me preocupo por quien será Carola en la vida -espero que no se parezca mucho a mi-, y sobre todo me preocupa si hago bien mi trabajo. ¿Soy una mala madre? No lo sé, pero a veces el fantasma de la culpabilidad me ronda. Aunque muchas veces sonrío orgullosa de las "salidas inoportunas" de Carola que la hacen ver como una niña madura e inteligente, otras muchas me asusta la facilidad conque mi hija transita de un extremo al otro en el espectro sentimental, aunque sus transiciones me confirmen que por lo menos tiene un gran talento artístico, y no un gran don de manipuladora.
Lo que no sabe Carla, es que unas semanas antes, cansada de pelearle porque a la hora de lavarse los dientes, deja el agua abierta sin control mientras canta y baila frente al espejo del baño, decidí darle terapia de choque. La senté frente al monitor, le busqué en Internet un documental bien crudo sobre la escasez de agua en África, con niños famélicos moribundos, mujeres extenuadas cargando un cubito de agua sucia kilómetros y kilómetros de camino, bajo el sol, el polvo, las moscas, el paisaje mas desolador posible, y Carola, como siempre lo mira todo con grandes ojos abiertos y en silencio, cuando terminó el documental pensé que era mas que suficiente para que entendiera porque no debía derrochar agua, pero la muy... me miro con cara del gato de Shrek y me dijo: "¿Y qué mom? Eso no es mi culpa!!". Me desinflé frustrada y estuve toda la noche pensando que estaba criando un monstruo insensible. Por suerte, al escucharme maldecir sobre la lluvia, me aseguró que entre las bendiciones de llover, estaba que cayera agua para los pobres niños africanos sedientos y eso, vino a aliviar mis preocupaciones. Porque ya lo dije, Carola puede transitar de un extremo a otro sin arrugarse el vestido, ni ensuciarse los zapatos.
Hace mas de un año, la agarró con salvar el planeta y me pidió un dolar, a los dos días regresó de la escuela con una matica flaca envuelta en periódicos húmedos, me dijo que era un roble y que teníamos que sembrarlo urgentemente pa que el Planeta respirara. Yo rápidamente busqué una maceta grande donde sembramos al Roble Salvador, porque no había otra manera de tenerlo en el balcón del segundo piso donde vivíamos. Carola de vez en cuando se acuerda de él, -sobre todo cuando Disney Channel trasmite algún promocional de Friends for Change-, entonces va y y lo mira, le habla, lo riega, pero la mayoría de las veces la encargada de mantener con vida al Roble Salvador soy yo. Y el pobre roble sigue creciendo a duras penas en su maceta, un poco hacia arriba, se acomoda, otro poco hacia los lados, y lo que le falta pa ser un bonsai son dos semestres en el college. Solo espero que no me denuncien por maltrato "arboril" y sigo cuidando al pobre roble, porque por lo menos, ya Carola sembró su árbol...
Cuando Carola tenia 7 meses de nacida, una tarde se cansó de jugar sola en la cuna y empezó a llorar y formar lio para que la cargara, yo andaba apurada terminando de escribir un guion que debía entregar cuanto antes en el Canal 41, la cargué un rato, le hablaba intentando calmarla, le puse juguetes diferentes, música, pero ella seguía gritando y yo escribiendo apurada. Cuando vio que su perreta no conmovía mis sentimientos de madre primeriza, me miró desafiante, se metió una mano completa en la boca y vomitó. Primero me sorprendió que una bebé de 7 meses fuera consciente de manipular, y después me enfurecí porque una bebé de 7 meses no podía manipularme. La historia terminó con ella dormida cansada y sucia de vomito sin que yo la cargara, y yo finalizando mi guión a duras penas y con dolor de cabeza. Desde entonces, ella me desafía de todas las maneras posibles, y yo no cedo ni un milímetro, porque ya me acostumbré a ser el ogro de la familia, mientras su padre la malcría a manos llenas, y ademas, lo niega.  Y así andamos de confrontadas por la vida, porque creo que es necesario que Carola aprenda que no siempre es el ombligo del mundo, que ella es muy importante para mi, de hecho es lo mas importante de mi vida, pero necesito mi espacio para cumplir con mis tareas, responsabilidades y compromisos, de la misma manera que ella tiene que aprender a cumplir solita con las suyas. ¿Soy mala madre? No lo sé, sigo mi instinto y mi corazón, mezclado con todo lo que aprendí de mi madre y mis abuelas, y de todas las mujeres que me rodean, pero igual cada niño es diferente, cada momento diferente y cada crianza es diferente.
De esa época tengo enmarcada una foto de Carola donde está sentada en mi cama, con un vestido rosa de vuelos y abrazando tiernamente a un osito rosa de peluche mientras le muerde con ganas una oreja. Es una bebé regordeta, preciosa, todo rosa, todo tierno, pero esa mordida con ganas y los ojos desafiantes, los tengo enmarcados para siempre, porque creo que es la esencia de Carola, puede ser tierna y cariñosa pero a la vez, una niña fuerte e impositiva.
A veces está mirando TV en su cuarto, y yo en el mio alguna película o leyendo, entonces cuando ponen comerciales, viene corriendo y se me tira encima a llenarme de besos, y me dice: Mami vengo a comprarte!!! Le pregunto que quiere, y me dice, nada mom, solo comprarte!!! Entonces no queda de otra que reírme de sus ocurrencias y dejar que me compre, o por lo menos que se lo crea porque muchas veces me reprocho diciéndome que soy demasiado dura con ella y le exijo demasiado, sobre todo cuando monta perretas cuando le niego algo y llorando me dice con rabia: pero que mala eres, mom!!! O simplemente cuando empieza con el argumento de a mi amiga Nathalie la dejan... o mi amiga Anabella tiene... o mi amiga Isabella hace... y yo respiro hondo, y le digo: no me importan lo que le permitan a Anabella, Nathalie o Isabella, cada familia tiene sus reglas y tú conoces las nuestras, así que no me convencerás. Entonces vuelve con su cara de gato de Shrek y me dice: que mala eres mom, tu nunca me dejas hacer nada!!! Y tengo que hacer de tripas corazón, e impasible volver a respirar hondo y enumerarle todas las cosas que le dejo hacer, todas las buenas cosas que tiene y lo buena que es su vida, pero ella suspira como si el mundo estuviera quedándose sin oxígeno, enfatiza la cara del gato de Shrek y repite: igual, nunca me dejas hacer nada!!!! Y se va llorando a su cuarto. En esos momentos quien me diga que a un hijo no se le niega nada, tendrá la seguridad que termina en la sala de traumatizados del hospital. Porque realmente es muy duro negarle algo a un hijo y ademas, argumentarlo de manera que se convenza. Solo espero que algún día me lo agradezca, porque igual yo pasé por ahí en mi infancia, y no estoy tan afectada, creo... ¿Soy una mala madre? No lo sé!!
Carola aprendió a caminar a los 9 meses, no tenia casi dientes pero ya caminaba, y es que no le quedó de otra porque yo tenía que atenderla y escribir guiones pa ganarme algo de dinero, y mi salario era contra guiones aprobados que redondeaban el poco dinero que le pagaban a su padre por matarse trabajando en el Canal 41. Así que la ponía en el suelo, en uno de esos gym de bebés llenos de colores chillones, bichos escandalosos y música repetitiva y estridente, viendo DVD de Sesame Street. Yo escribía sin parar y la cuidaba, y ella exploraba sola el mundo a su alrededor pa buscarse el entretenimiento. De gatear, aprendió a moverse sola aguantándose entre los muebles, y nunca paró. Un día estábamos en la consulta del pediatra y a nuestro lado una madre con un bebé sentado en un coche, Carola y el bebé tenían la misma edad, pero Carola no tenía dientes y aquel bebé tenia mas dientes que una cabeza de ajos, y su madre orgullosa solo alababa los dientes de su bebé y lo hacia reírse pa que enseñara los dientes. Yo sonreía por compromiso y protestaba pa mis adentros, porque esta chiquilla mira la edad que tiene y no le salen los dientes... y en ese momento Carola empezó a intranquilizarse porque no quería mas estar sentada aburrida en el coche, y la saqué pa que caminara un poco. La madre del bebé dentuzo puso el grito en el cielo: ¿eh, y tu nena ya camina?, y yo extrañada le contesté que si, que camina con dificultad pero camina, y la madre del "mildientes" dice, pues el mío ni se sienta. Y ahí mismo como una madre orgullosa puse a Carola a caminar por toda la sala de espera, porque comprendí que las maldiciones de uno pueden ser las bendiciones de otro, y que debía estar contenta con la hija que tengo, tal y como es. Por eso sin que me tiemble la voz, le niego cualquier cosa si tengo un buen motivo pa hacerlo y va acorde con mis principios y manera de ver la vida, y no me interesa que me ponga de ejemplo al mismísimo Papa o me traiga a Obama pa que interceda por ella.
De la misma manera que aprendió a caminar a los 9 meses, le daba cucharadas de comida a los casi 4 meses pa que se acostumbrara a comer sólidos, cuando todas las madres a mi alrededor seguian alimentando a sus bebés con fórmula y papillita. Pero yo estaba sola con ella en un apartamento de North Miami Beach, su padre trabajaba a tiempo completo hasta las 12 de la noche en el Canal 41, no teníamos familiares cercanos que nos ayudaran, y yo tenia que aprovechar todo el tiempo posible pa escribir guiones, y ademas descansar pa tener la cabeza clara pa seguir escribiendo. Asi que le metía cucharadas de comida poco a poco, con paciencia, ella masticaba con trabajo, se atoraba, yo me asustaba, pero seguía y sobrevivió. De esa manera prescindimos de alimentarla cada tres horas, y como estaba saciada dormía casi toda la noche y nosotros descansábamos pa seguir trabajando. Recuerdo un dia en una fiesta de cumpleaños, que a una hora determinada todas las madres se levantaron con cacharros en la mano pidiendo permiso pa calentar la comida de sus hijos, una de las madres amiga mia me dice que estaba marcando en el microwave, que viniera con ella a calentar la comida de Carola, yo le dije que no habia traido comida pa Carola porque ya Carola comia de todo y de hecho, se habia metido mil croquetas, quinientos caramelos, ochocientos bocaditos y no se cuantos pastelitos de queso que son los que le gustan. La pobre mujer me miró con cara de denunciarme a la policia por maltrato infantil, pero ya yo estaba acostumbrada a esas reacciones, y seguí tranquila conversando con los demas, mientras Carola martirizaba sin parar al aparato de saltar, y los demás niños protestaban y lloraban porque las madres los estaban sacando de la diversión pa aburrirlos con la comida. Repito, ¿soy una mala madre? No lo se!!
Solo se que aprendí que somos especiales, que tengo una relacion especial con mi hija y que quizás no tenga mucho tiempo y paciencia pa jugar con ella a las muñecas, porque me gustan otras cosas y lo de jugar a las muñecas o a cualquier otro juego, realmente no se me da mucho. Prefiero que compartamos una buena película tiradas en el sofá comiendo palomitas, leerle un libro o que ella me lea, conversar o cantar con Radio Disney mientras manejo al recogerla, ir a la playa, al museo, enseñarle la Catedral de Santiago con sus primas y tias, viajar a ciudades interesantes, hablarle de la pintura de Brito, o simplemente regañarla fuerte porque quiero que sea la mejor, no buena, sino la mejor porque es la única manera de competir en este mundo de supervivencia por selección natural.
No se si hago bien o mal, y el otro día me volvió la duda cuando Carola me dijo que el Huracán Irene iba pa NYC y que ella no quería que ese huracán rompiera la tienda grande de Legos que le enseñó su papá en fotos, y tumbara a la mujer "estuata" de la vela en la mano, que uno cruza en barco pa verla y se mete por dentro de ella. Le dije que tranquila, que Irene no rompería la tienda de Legos ni tumbaría a la Estatua de la Libertad, que se preocupara mas por la pobre gente que vivía en malas condiciones y podrían perderlo todo. Carola me miró seria y me dijo, mom a esa gente después la ayuda Obama y nosotras le mandamos ropa y agua, ¿pero quien cuida a la "estuata" de la mujer con la vela? Y si se rompe la tienda de Legos, nos quedamos sin jugar los niños. Y no me quedó mas remedio que soltarle el discurso que ella tenia razón, pero que yo también, porque no solo tenemos que velar por las cosas del mundo, sino también por la pobre gente que vive en malas condiciones, que eso es justamente lo que tenemos que hacer, unos cuidan las cosas y otros las personas. Carola no me contestó, y a mi no me convenció mucho mi argumento de "los preocupados en unidad", porque a la larga pensaba, que quizás Carola solo se preocupaba por las cosas materiales y olvidaba lo esencial, las personas.
Pero hoy que lo vuelvo a pensar, creo que me preocupo demasiado y que quizás Carola tiene razón, en este mundo necesitamos de quien siembre el árbol y de quien lo cuide, de quien construya y de quien cuide lo construido, de los que cuidamos a las personas, y de los que cuidan el mundo material donde vivimos y que es nuestro hogar. No lo se, si lo vemos de esa manera, quizás ella tiene razón!!! 
Igual si soy una buena o mala madre, solo la vida lo dirá cuando Carola crezca y le toque a ella educar. Porque recuerdo cuando yo era niña que lloraba encerrada en el baño maldiciendo la injusticia de este mundo que me dio una madre tan fuerte como la mía, un padre tan estricto como el mio y una abuela tan dura como la mía -Dio!!, parece el cuento de Blancanieves-. Pensaba que eran malos y mi mayor deseo era que un día yo fuera la madre y ellos mis hijos pa hacerle todo lo que me hacían a mi. Definitivamente Dios no escuchó mis deseos, o la magia no estaba tan avanzada, porque igual nunca se me dio, crecí y ahora que no los tengo a ninguno de los tres conmigo, y crio a Carola, le doy gracias a ellos por haberme educado de esa manera, y yo poder seguir educando a Carola igual. Así que allá en lo profundo, entre mis reproches de culpabilidad materna, está el consuelo de  que Carola algún día lo agradecerá, y como siempre será cuando tenga sus propios hijos, porque ya lo dijo alguien por ahí, solo cuando somos padres, entendemos las acciones de los nuestros cuando eramos niños.¿Carola lo ve de esa manera? No lo sé, pero por lo menos yo lo intento... digo yo.

jueves, 25 de agosto de 2011

Chin chin chin, la lluvia... jodió!!

Odio los días de lluvia. Y por lo general, me los paso maldiciendo porque me mojé con el agua fría, se me ensuciaron los zapatos o la ropa, el tráfico es insoportable, y manejar por el "espresguey" puede ser mas estresante que traer de vuelta al Atlantis en su último vuelo al espacio. Para colmo, los días de lluvia son los días que mas ocupaciones tengo, y esa imagen idílica del vinito, el queso, la película y la cama, es solo eso, una puta imagen idílica.
Para colmo, Hollywood no coopera para nada, porque excepto "Cantando bajo la lluvia", no recuerdo una sola escena que la lluvia no venga asociada a tristeza, entierros -los de oficiales muertos son las mejores escenas de entierros con lluvia y paraguas negros-, rompimientos, abandono, decisiones fatales, asesinatos, el tipo que viola en la carretera, el motel de la muerte, la salida de Drácula, la trinchera y el frente de guerra; y si viene con una escena de despedida en el aeropuerto, pues ya tengo pa rato: ¿por qué a quién coño se le ocurre romper con todo y escapar en un avión justo cuando mas llueve? Eso queridos, es una sugerencia al suicidio. Y es que desde que Hollywood descubrió que el agua es super fotogénica, pues ya saben, en todas las películas hay su escenita de lluvia y drama. Y después quieren que uno le encuentre el romanticismo y el lado bueno a la lluvia.
Igual no es que me haga mucha ilusión vivir en el desierto, lejos de todo vestigio de lluvia. Realmente andar envuelta en mil trapos, bebiendo té de menta caliente al mediodía que me dispara la acidez estomacal, y estar trepada a un camello apestoso bajo el sol, no es que me motive mucho aunque lea "Las mil y una noches" todas las semanas, y me ponga en vena "Aladdin" de Disney todas las mañanas. Además, soy alérgica, y tanto polvo y alfombras me harán adicta a los antihistamínicos, y después termino en una clínica de rehabilitación por estar colgada a las pastillas. Así que no queda de otra que seguir a cuestas con el clima tropical húmedo.
Y eso que no hablo de los días de lluvia en Labana, porque sino aquí mismo empezamos todos a llorar. Porque basta que caigan dos o tres goticas, y tenga el día medio raro como hoy, y automáticamente se me posa el maldito gorrión en el hombro, y no se va ni a trapazos. Junto con la lluvia, Labana me cae gota a gota sobre la cabeza, y ahí viene todo de golpe: los aguaceros de mi infancia donde le rogábamos a mi madre que nos dejara salir a bañarnos bajo la lluvia; mi casa del Cerro y las goteras; encerrada en mi cuarto escribiendo o leyendo porque con esa lluvia, ¿quién sale?; correr entre los portales cuando el chaparrón te agarra en el medio de la calle; el Coppelia cerrado que parecía una novia abandonada en la Rampa; los amigos reunidos tomando ron y fumando en casa de alguien, esperando que pasara el aguacero; las tandas seguidas en el cine viendo cualquier película pa hacer tiempo a que escampara; los planes de la salidita del sábado desbaratados porque en Labana cuando llueve, no hay ni guagua; el juego de pelota suspendido por lluvias y mi padre amargado porque jugaba Industriales; mi madre lanzando frases de esperanza de que escampará pronto porque parece que es una nube pasajera, aunque llevara lloviendo dos horas seguidas; mi abuela protestando porque no hay huesos que resistan con tanta humedad y porque la única sabana buena, se le va a podrir con tanta agua; la lluvia, la lluvia, la lluvia... nada, que definitivamente ni romanticismo, ni lado bueno, la lluvia es una maldita!!
Y aunque Carola me consuele enumerando las bendiciones de la lluvia, como que las plantas comen con la lluvia y crecen, el carro se lava un poco, las calles se limpian, los patos del lago están felices revolcados en medio del parqueo, las flores se ven mas bonitas y sale el arcoiris después, y hasta intentó conmoverme asegurando que al fin los niños pobres de África tenían agua porque estaba lloviendo, mom!!! Y yo para no frustrarla, desistí de explicarle que esta lluvia sólo esta cayendo aquí, en Miami, y que los niños africanos siguen jodidos esperando la ayuda de las ONG y de la ONU. A pesar de todo eso, y que también intento una mezcla de agua, pienso y cianuro pa matar al gorrión posado cerca de mi nuca y así mejorar el humor que me deja esta maldita lluvia, a pesar de todo eso, sigo odiando los días de lluvias.
Una buena amiga, preocupada por mis recientes humores diarios, me asegura que "mañana va a ser mejor", y yo recuerdo a mi difunto padre y sus sentencias de que "nunca es mas oscuro que cuando va a amanecer", y "siempre hay una luz al final del túnel", -yo agregaría "siempre que llueve, escampa", y además, tengo que dar gracias a Dios que no vivo en Macondo-, y recuerdo que mi padre se murió y la luz mas larga que vio en toda su vida fue la del Morro, porque aquella Isla siguió después de su muerte en la mierda económica, el Plan Energético por el cual tanto luchó sigue siendo una cínica quimera, y el régimen pal que trabajó tantos años a costa de su vida, está mas apuntalado y remendado que un solar de Labana Vieja, de esos que con sólo mirarlos pueden caerse, pero que igual no se caen y siguen en pie pa disgusto del barrio y de sus inquilinos.
Mientras tanto sigue lloviendo y yo estoy a full en uno de esos días raros, por eso aprovecho que por primera vez llueve y no tengo mucho que hacer en la calle, me preparo un té negro cargadito de tequila, escucho a "Las Niñas" y su preciosa canción "Llueve", -que pa algo debe servir la música-, desecho la idea de contestarle a mi buena amiga de que mañana no será mejor, porque Irene va a estar jodiendo cerca de Florida hasta el domingo, y el pronóstico del fin de semana tiene mas grises que una escena de cine silente, y mas agua que la Presa de las Tres Gargantas en China. Intento por última vez ahuyentar este gorrión desplumado, viejo y rencoroso que me estrangula con la nostalgia, y escribo: "odio los días de lluvias". De todas maneras, igual hay que odiar algo en la vida, sino nos desequilibramos en nuestro eterno Yin/Yan, y nos perdemos la oportunidad de la reconciliación y el perdón... digo yo.

martes, 23 de agosto de 2011

Cualquier semejanza es pura coincidencia...

Lo primero es informar que no sé hacer otra cosa en mi puta vida que trabajar en TV, y lo segundo es admitir que hay momentos que pienso que mi padre tenía razón al oponerse a que estudiara arte. Momentos en que creo que tengo la profesión mas desagradecida del Universo, y me ronda la idea loca de cambiar de oficio, pero realmente no se me ocurre otro porque hasta las croquetas se me abren cuando las frío.
Y es que ser productora de TV a veces es mas que complicado, y créanme que lo digo por experiencia propia. Sino aquí les pongo el primer ejemplo, lo mas sencillo del mundo que es responder a la pregunta de "¿que haces, en que trabajas?", en mi caso puede traer un enredo increíble. Comencemos con la variante mas básica de respuesta: "trabajo en TV" pero atrás enseguidita, viene la contra-pregunta: "¿en TV? ¿pero en que programa porque yo nunca te he visto? Tu cara no me suena de nada", y ahí viene la complicación. Entonces empiezo a explicar que no, que no, que trabajo detrás de las cámaras como productora y a continuación, otra contra-pregunta como en los juicios: "¿Pero y eso qué es, qué haces? ¿qué tienes que producir?". Créanme que muchas veces, -la mayoría-, contestaría simplemente: "tomates, producir tomates". Sería mas fácil, pero no todos tienen un avanzado sentido del humor, y eso de andar de pesada por el mundo, ya se me da solo.
Podemos establecer otra variante de respuesta y es contestar que trabajamos en TV en el programa de fulanito de tal, y enseguida todos: "Ahh fulanito", y empieza enseguida un interrogatorio sobre el fulanito, peor que los que hace la Seguridad cubana en Villa Marista. Todos quieren saber detalles "profundos y secretos" de la vida del fulanito, de ahí saltan pa otro menganito de otro programa de la misma cadena e intentan confesarte preguntando por chismes muy concretos que ni siquiera sabes, y así sin parar, mientras tú simple mortal productora de TV vas quedando en el plano mas lejano del cuadro, donde nadie se interesa por ti y donde hasta pierdes el nombre pa empezar a llamarte: "ella trabaja en el programa de fulanito". Y pensar que me metí 8 años estudiando arte y hasta guardo con orgullo mi título del ISA...
Pero esto no es lo peor de mi profesión, tampoco lo es trabajar incansablemente y a ritmo de contingente casi doce horas diarias. Mucho menos los despidos a final de año, a principios de año, a mitad de año y en cualquier época, porque ya nos hemos acostumbrado a no pertenecer a televisora alguna, y mucho menos a guardar lealtades - y ojalá que este comentario no me traiga problemas porque en esta profesión se aplica la Ley de Miranda-.
Lo peor tampoco es que uno mismo tenga que darse palmaditas en la espalda cada vez que está orgulloso de su trabajo y tomarnos un vinito solitario en la noche por el buen programa que producimos ese día. Tampoco lo peor es que el programa que mas nos gusta no es necesariamente el que mas le gustó a la audiencia, y mucho menos a Nielsen. Y viceversa. Y por si fuera poco, lo peor tampoco es que los gritos se escuchen mucho mas altos que los elogios, y que las patadas se disparen mas rápidas que las sonrisas.
Yo creo que lo peor de ser productora de TV es aguantarse a los Talentos, esos fulanitos que todos conocen, y a los Ejecutivos, los que nadie conoce pero que salen en todas las fotos sociales, y toman las decisiones mas importantes de la Industria. Y pongo el parche antes... algunos Talentos y Ejecutivos, porque ellos al igual que los culos, vienen en todas las variedades: buenos y malos, lindos y feos, olorosos y apestosos.

Empecemos con los Talentos, esos que enloquecen tanto a la "mass media" y de los que nosotros, los que trabajamos en TV no podemos hablar, por un problema de ética y de confidenciabilidad. Pero por arribita les cuento, que muchos Talentos vienen con un contrato lleno de cláusulas y contra-cláusulas que les otorgan la categoría de Divinidad, categoría que muchos usan y abusan . Y en esta categoría entre otros derechos, se les otorga: el derecho de joder hasta el infinito a los productores, que al fin y al cabo somos los que producimos... los tomates que consume la audiencia. Si hago una lista con los caprichos, malacrianzas, pesadeces, desplantes, malas respuestas, sinrazones, etc, etc, etc... de algunos Talentos, termino publicando un bestseller, pero demandada y exiliada de la TV por ever forever, asi que mejor lo dejo a la imaginación de ustedes porque Carola tiene que seguir tomando leche y comiendo frijoles.
Y quiero acotar que hay Talentos encantadores, que respetan a sus productores, que trabajan codo a codo con ellos, que llegan a convertirse en tu familia y te ayudan cuando lo necesitas, a ellos mi agradecimiento infinito. Porque tampoco puedo ser injusta, que yo no soy una monedita de oro como Productora, yo también me mando un pesaó de película...
Y ahora, salto de los Talentos pa los Ejecutivos, porque detrás de cada Talento hay un Ejecutivo que lo contrató, que lo apoya y que le ríe todas las gracias y majaderías. Y por lo general, estos señores -los Ejecutivos-, son la peor epidemia de la TV... y la peor especie. -Y que alguien tome en cuenta que hice la acotación al principio de la oración escribiendo "por lo general"-. También me pongo el paraguas antes de que me caiga la escupía en la cabeza, porque uno nunca sabe en que silla se sentará mañana, pero quiera Dios que si algún día llego a Ejecutiva, no sea a imagen y semejanza de muchos que conozco... por lo menos lo intentaré, aunque creo que despues que publique esto en mi blog, algunos se lo pensaran para darme el trabajo.
Sigo con mi muela, algunos Ejecutivos tienen el don, -y no creo que sea un regalo de Dios, mas bien una broma pesada del Altísimo-, de que todo lo que tocan lo convierten en mierda, y como Ali el Químico, pueden fácilmente convertir un Canal de TV exitoso, en un solar de cuarta. Y todo esto en tiempo récord... Entre sus cualidades pueden destacar tomar las peores decisiones de la TV y ser reconocidos por sus superiores; encantar a todos a su alrededor y hasta desarrollar un club de admiradores que van por la vida atraídos por su persona como bichitos al foco de luz; y por último tienen la capacidad del rebote, mientras mas mierda y mal trabajo hagan, mas fuerte es el rebote hacia arriba. Y tampoco menciono nombres porque este mundo es un pañuelo y cualquiera lo agarra pa soplarse la nariz o limpiarse el culo, y ya dije, Carola tiene que seguir tomando leche. Solo pido en mis oraciones nocturnas: "Yemayá bendita, líbrame de estos Ejecutivos, por lo menos dosifícame la cuota que me toca, porque igual ya se que siempre tendré algún hijo'e puta en mi camino pa donde quiera que me mueva, pero trata de que sea solo uno a la vez, por favor".
Y como hice con los Talentos, aclaro que he conocido dos o tres Ejecutivos con las patas bien puestas en la Tierra, que saben dirigir y tomar excelentes decisiones, que te apoyan en todas las ideas, que te escuchan y que además, al igual que la mayoría de los que vivimos de la TV, la respetan como el templo sagrado que es, porque ya sabemos que toda regla... tiene sus poquitos Ejecutivos. A ellos también mi mas infinito agradecimiento... a los otros, que no les duela ni la cabeza, pero Yemayá bendita, aléjalos de mi camino lo mas que puedas.
Y después de esta descarga matutina por nada, por mala leche que soy y porque ya dije en algún momento que las mujeres sufrimos variaciones del carácter por culpa de las hormonas, y eso nos da la oportunidad de joder dos o tres días pre-menstrualmente, y pelársela a cualquiera, solo espero que si algún Ejecutivo o Talento estaba pensando en contratarme, por favor no se deje llevar por lo que lee, que el papel lo aguanta todo y un mal momento lo tiene cualquiera. Yo los amo, los respeto y se que sin ustedes no podemos vivir nosotros los productores... y ustedes sin nosotros, que cojones!!!!... pero igual, no tomen en cuenta la mierda que escribo, que después de todo, Carola tiene que seguir tomando leche y comiendo frijoles, y ella es una niña en pleno desarrollo... y los niños son el futuro del mundo... digo yo.

lunes, 22 de agosto de 2011

Entre bichos te veas...

Resulta ser que soy una comemierda que lee cuanto artículo de biología cae en mis manos. Incluso me enganché con el Proyecto del Genoma Humano como si fuera un culebrón mexicano, y hasta me emocioné cuando crearon la primera célula sintética como si me hubiera nacido un hijo. Nada que cada cual tiene lo suyo...
Pues ahora leí uno de esos artículos donde cuentan que en este país -que es donde se la pasan estudiando e investigando todo-, un grupo de sabihondos con mas títulos nobiliarios que un Marqués español, andan desde hace meses investigando los bichos que habitan en nuestros ombligos. Como si no fuera poco la flora y fauna que habita en nosotros, y que constantemente nos las restriegan en la cara, cada vez que alguno le da por publicar sobre la salud y los bichos -entiéndase gérmenes, parásitos, bacterias y virus- que llevamos por dentro y por fuera.
Sucede que con tanto husmear en ombligos ajenos, estos investigadores han encontrado en varios ombliguitos nada mas y nada menos, que cerca de 1400 cepas bacterianas, de las cuales 600 y pico son desconocidas. Dime algo? No solo tenemos el ombligo asqueroso repleto de bichos, sino que ademas, ni sabemos que bichos cargamos. No te jode!!!
Pero la cosa no para ahí, porque el grupito de científicos que no tiene mas nada que hacer  que mirar los ombligos de los otros, ahora quieren secuenciar el ADN bacteriano de los bichitos desconocidos para identificarlos, y para esto andan pidiendo que quien quiera envíe una muestra de la asquerosidad de su ombligo, y ya muchos famosos y celebridades de todos tipos han enviado su muestrica. Ahora solo falta que algún paparazzi acceda a los resultados de esas muestras, y empiecen las revistas de chismes a publicar sobre que famoso tiene el ombligo mas sucio, cuantos bichitos tiene la "Yolí" en su ombligo, o cuantos bichitos desconocidos lleva la "Britni Espiar" en el suyo.
Pero tranquilos, que esto pica y se extiende, no solo cualquiera puede enviar la muestra de la cochiná que carga en su huequito de la barriga, sino que los científicos después que cultiven las muestras como un jardin, y estas crezcan lo suficiente para ser fotografiadas, en recompensa por la generosa donación en pro de la Ciencia, publicaran online la foto de cada selva que lleva cada uno en su ombligo. ¿Cómo lo ves? Así que ya pueden imaginarse la escena del grupo de amigos, cada uno con su traguito en la mano de "Japi Aguar", y de pronto uno suelta: "¿ya vieron el montón de bichos asquerosos que llevo en mi ombligo?", en seguida todos alrededor del IPhone conectados a Internet, admirando la jungla asquerosa que carga aquel a mitad de la panza. Y si quieren evitar los gestos, las caritas y los sonidos mientras miran la foto de tus bichos umbilicales, igual pueden publicar la fotico en el muro del cybersolar de Facebook y sentarse tranquilamente a leer los comentarios de los socios, que siempre aparecerá el sangrón que te escriba que llevas mas especies que las descritas en el libro de Darwin, o quien te ponga un cartelico: "Cuiden el Amazonas del ombligo de fulano que está en extincion". Incluso, pueden aparecer concursos entre socios de quien lleva el ombligo mas puerco, quien tiene mas bichos desconocidos y hasta alguno intente cariñosamente pedir que le pongan nombres a sus bichitos raros como si fueran mascotas. O el morboso que se enamore perdidamente de la fauna asquerosa del ombligo de una amiga y le caiga atrás para realizar un intercambio amoroso de bichitos umbilicales. Quizás otro se deprima porque su ombligo está peor que el basurero de la ciudad y puede ser, que alguno hasta cree fobias, paranoias y sicosis y empiece a ir a terapia atormentado por la suciedad de su ombligo.
Eso sin contar que pueden aparecer los que cargan con los estandartes de la salud y que siempre están a la caza de cualquier causa para armarse su propia cruzada. Estos pueden empezar a molestarnos con sus publicaciones sobre lo nocivo para la salud que puede ser andar con tanto bicho en tu ombligo; quizás hasta pidan que pongan letreros en las playas y piscinas alertando de lo dañino que es traerse un ombligo sucio al agua que puede contaminar la buena salud de los bañistas; y hasta habrá su fanatico que no deje salir a su hija con el novio porque "mira nada mas cuantos bichos asquerosos y desconocidos tiene en su ombligo", total si ya forman lios por tatuajes, "pircin" y demas.
Y por supuesto, no faltaran los comerciantes que empezaran a vender todo tipo de producto para tener un ombligo limpio y saludable. Incluso crearán artefactos que faciliten la limpieza de tu ombligo, artículos de belleza y salud que venderán a toda promoción, y te sacaran el billete como le sacaron el oro a los indios, a golpe de espejitos que no sirven pa nada, y ni te enteras.
Y eso que no he hablado de los productores de Hollywood que enseguida que leen cualquier mierda, se ponen creativos, y de momento nos pueden sorprender con el gran estreno del año, una película donde un científico cultive una cepa desconocida de bichitos umbilicales que por una descarga equivocada se mutan y crecen sin control, y de pronto exterminan la raza humana y de paso, destruyen dos o tres ciudades famosas que gracias a Dios, siempre son NYC o L.A, parece que Mayami no tiene tantos rascacielos como para hacer escenas espectaculares de demolición urbana.
En fin, que esto de la investigación de ombligos ajenos y el descubrimiento de la selva desconocida que todos llevamos en ese huequito inofensivo y hasta gracioso, que divide nuestra panza, puede desencadenar -si nos descuidamos- el fin del mundo o la III Guerra Mundial.
Yo por si acaso, ya me metí en el baño y pulí sin perdón mi ombligo, pa no darle tregua a ningún bicho peligroso o raro, no vaya a ser que esta madrugada me desvele preocupada por el camión de bichos que pudiera tener ahí y que pudieran infectar a Carola, y luego cometa un ombliguicidio pa exterminarlos. Que uno vive con mucho estrés y nunca sabe por lo que le de, después de leer un artículo de estos... digo yo.