¡Amo
a los hombres! –y ojalá que esta frase no moleste a mi negro bello-, pero lo
reafirmo, amo a los hombres aunque en los últimos años crea que sólo son muy
útiles para subir el zipper del vestido. Porque realmente, los hombres actuales
se esmeran en su inutilidad. Pero a pesar de esto, no dejo de reconocer que los
hombres son la creación perfecta de Dios… en materia de ingeniería hidráulica. Pero
tranquilas amigas mías, que mi locura habitual no ha empeorado y sigo
defendiendo nuestro género. Pero es que realmente los hombres son la creación
perfecta de Dios que los hizo con un sistema hidráulico eficiente para
preservar la especie.
Primero
voy a determinar en mi escrito que Dios será el nombrete que usaré -para que
todos entiendan-, para nombrar a la fuerza o energía creadora del Universo, así
no nos complicamos con la diversidad de creencias a mi alrededor, y evito que algún
intenso salte a metatranquear sobre religión en los comentarios. Tampoco quiero
feminismos extremos, que igual yo no creo en un macho único omnipresente y
omnipotente que creó todo y al que tenemos que “rendirle” para que nos otorgue
“algo”, pero hoy se queda como Dios y punto.
Como
sabemos, Dios creó el Universo, y para perpetuar su obra y no tener que pasarse
todos los días creando nuevamente lo que se destruye, pues al tipo se le
ocurrió la reproducción. O sea, nos dejó a nosotros el rollo, poniéndola fácil con
un proceso biológico que permite procrear y reproducir a las especies por igual.
Esto hace que los animales se acoplen sin pensarlo, llega la primavera y salen
todos en pandilla a buscar una hembra que montar y ¡pum!, nacen animalitos que perpetúan
la especie –hasta que los hijo’e putas las ponen en extinción, pero bueno eso
es otro lío-. Hasta aquí la cosa le fue saliendo bien a Dios hasta que se le
ocurrió darnos un cerebro.
Al
tener cerebro, pues la pensamos demasiado y por eso surgieron, hace como un
siglo, todas esas terminologías de procreación consciente y procreación responsable. Y ahí
mismo la hubiéramos jodido como especie y ahora estuviéramos en extinción como
los dinosaurios y el tigre de Bengala, sino fuera porque Dios les hizo a los
hombres el sistema hidráulico perfecto.
Me
explico, un hombre ve a una mujer que le gusta, cualquiera, la ajena, la suya,
la desconocida, y enseguida aunque piense en la tabla del 9 al revés, su
cerebro comienza a enviar sangre de una cabeza a otra como un motor de agua por
su sistema hidráulico de venas y arterias, y ahí mismo el cerebro se queda sin
sangre, sin oxígeno, y por tanto, deja de pensar coherentemente. El sistema
cierra las válvulas que hacen que la sangre salga de vuelta desde la cabeza
entre las piernas y la única manera de evacuar esa sangre de vuelta es
eyaculando, so pena de sufrir dolor de cabeza, de huevos, y cuanta mierda se
inventan ellos para convencernos. Así que les queda un cerebro cianótico diciendo:
¡tengo que meterla como sea, tengo que meterla, tengo que meterla!!...
Sencillo. Las neuronas masculinas asfixiadas sin sangre que les traiga las
moléculas O2, languidecen y no envían la señal correcta de peligro: ¡no mijito,
no la metas ahí que te vas a complicar con esa bruja!... Nada, cerebro
cianótico. La meten sin pensar y de esa manera, ya Dios se anotó un tanto si algún
espermatozoide fecundó un óvulo, y hay un posible bebé que preservará la
especie. Repito: sencillo. No lea tantos libros de anatomía para darse cuenta. Fíjense
que hasta a diferencias de nosotras, tienen el aparato genital fuera del
organismo para asegurar que no haya ni goteras o derrames en un sistema de
cierre perfecto.
¿No
me creen? Hagan el experimento. Cuando su hombre esté ocupado trabajando para
entregar por ejemplo, ese proyecto que su jefe le está pidiendo y que ya es
asunto de vida y muerte, párense frente a él y enséñenle las tetas. Así de
simple. ¡Tetas al aire provocativas! Al principio se harán los machos duros que
si el jefe es malísimo y lo botará sin remedio, pero usted no desista, siga con
las tetas al aire, provocativa. Verá como su hombre poco a poco entrará en una revolución
de sonido más lenta, salivará como los perros de Pávlov, pupila dilatada,
portañuela reventada y cerebro cianótico. En ese momento lo único que piensa es
como metértela en cualquiera de tus huecos corporales y eyacular. ¿Y el jefe?
Bien, gracias, cuando recuperen el oxígeno en el cerebro, ya lo resolverán.
Si
siguen sin creerme, vayan a la Historia y vean cuantos acontecimientos
ocurrieron por culpa de una mujer que dejó cianótico el cerebro de un hombre, y
este sencillamente desencadenó una guerra, o hasta murió por su metida… no
precisamente de pata.
Por
eso afirmo que los hombres son la creación perfecta de Dios por su ingeniería hidráulica
que les permite preservar la especie sin pensarlo. Aunque actualmente, nosotras
no los necesitamos. Si tenemos dinerito, existen bancos de semen donde podemos
ir a escoger fecundarnos artificialmente, sin necesidad de penetración y
abrazos. Podemos ser independientes social y económicamente, sin macho
proveedor de nada, y el día que los juguetes sexuales metan “muela” e inviten a
tragos, -sólo por aquello de ahorrarnos nuestro dinero-, pues muchas mandarán a
los hombres al carajo para andar con un toy
en la cartera. Pero Dios no es tonto. No iba a construir un sistema hidráulico
perfecto masculino para que nosotras anduviéramos por la vida de amazonas
asexuales, acelerando la evolución con la partenogénesis y superpoblándole el
acuaworld. Así que durante la evolución sexual nos ha perfeccionado con todo
ese enredo de feromonas, atractivo físico, inteligencia, comunicación y hasta
amor, para que ellos anden por el mundo como pavos reales, y al final, como las
plantas carnívoras, atraernos hacia ellos y metérnosla como sea.
Por
mí no hay problemas, ya asumí que estaré toda la vida tropezando con la misma
piedra con ellos, aunque gracias al Universo, ahora mismo tengo un negro bello
que pudiera ser la excepción y la regla. Lo único que me preocupa es que
después de tantos siglos de evolución sexual teniendo ellos el cerebro
cianótico a intervalos, no los esté volviendo demasiado estúpidos. Porque
alguna secuela deben tener si constantemente tienen un cerebro sin oxígeno con
el único comando de meterla. Si es así, explicaría muchos comportamientos
masculinos a nuestro alrededor y pudiéramos entonces, empezar a perdonarlos. Aunque
los científicos aseguran que la evolución sexual mejora la progenie con
variabilidad genética y todo, aunque ha bajado el número de descendientes.
Realmente
eso del mejoramiento de la progenie, en el caso de los hombres, no me lo creo,
pero como en definitiva, en este acuaworld nuestro, tenemos que seguir
existiendo y para lograrlo, realmente no es lo mismo que te metan el
espermatozoide sobre una camilla de hospital, desde una probeta con una mano desconocida
enguantada de látex, a que te lo metan como Dios manda, pues nada amigas, hay
que seguir cargando con ellos aunque sólo sirvan para subir el zipper del
vestido. ¡Y que todo sea por nuestra especie!… digo yo.