Un día Silvia echó a andar y aún no
ha parado, se los puedo asegurar porque en ese andar traspasó una puerta
abierta en Antigua Guatemala donde detrás estaba yo presentando mi libro Exorcismo
Final y esa noche comenzó esta aventura juntas, que no ha parado. Después
de mi presentación hablamos de mujeres, cada una con sus opiniones y
cuestionamientos, que en el fondo son lo mismo: el empoderamiento de la mujer
en la sociedad actual, estas sociedades esquizofrénicas que construimos y
habitamos hace siglos y siglos.
Sé que la palabra empoderamiento
puede resultar muy grande para muchos, para otros quizá asuste y para algunos
solo sea otra palabra de moda que han escuchado demasiado en los últimos
tiempos. Pero sí, empoderamiento es una palabra que cada vez seduce más a las
mujeres, y aunque la RAE la describe como «conceder poder [a un colectivo desfavorecido
socioeconómicamente] para que, mediante su autogestión, mejore sus condiciones
de vida», a mí me gusta más usarla como «apoderarse», porque cuando pienso en
el empoderamiento de la mujer, pienso en apoderarnos nuevamente del sitio igualitario
de género, económico, político, social… que tuvimos desde siempre, desde que
Mamá Lucy se irguió sobre sus patas traseras y caminó erecta cimentando
sociedades y trasmitiéndonos el ADN mitocondrial, que solo poseemos, portamos y
trasmitimos, como un tesoro, las mujeres. –Aunque mi amiga Dánae Diéguez me
enseñó que es más válido usar «equidad» en vez de «igualdad», y me sedujo la
palabra–.
De
cualquier manera, pienso que debemos retomar ese poder que algún día, no sé
bien por qué y cuándo, perdimos las mujeres hasta quedar relegadas a la cocina
y la cría de hijos, y que actualmente y a pesar de que hay mujeres presidentas,
empresarias, astronautas, camioneras, mineras, ministras, y todas las
funciones, oficios y profesiones que puedan mencionar etiquetadas siempre a los
hombres, a pesar de esto y para muchos, la mujer es simplemente la buena doméstica
y la excelente ama de cría. Y lo peor no es que lo piensen los hombres, incluso
los inteligentes con cultura y educación académica, lo peor es que lo pensemos nosotras
mismas. Lo peor es que existen mujeres, muchas y demasiadas para mi gusto, que
se resignan a vivir sus roles de mártir, santa y virgen –en el sentido más
jodido, por supuesto–, tratando de igualar a la María virgen que alguna vez nos
«vendieron» como el único ideal femenino a seguir. Y que todo, absolutamente
todo lo que no caiga en esa job description
sea catalogado como maldito, malo, demoníaco,
satánico, y todas esas palabras altisonantes que les encanta a los
conservadores, moralistas y mojigatos que se creen con el derecho divino de pautar
y juzgar nuestra vida.
Los cinco anillos de poder..., el
libro de Silvia Mansilla que tuve el honor de editar y publicar a través de
CAAW Ediciones, habla de esto, pero sobre todo es un viaje, un camino que
Silvia inició hace muchos años –y cuando hablo de años cualifico los años de
sus vidas vividas– y que comenzó con las preguntas de toda la vida, las
clásicas: de dónde venimos, a dónde vamos y, sobre
todo, ¿quiénes somos las mujeres? Con estas preguntas Silvia salió a caminar más
de 22 países donde conoció a muchas personas, y experimentó, aprendió, sufrió,
amó… un camino de búsqueda que fue escribiendo en diarios personales y terminó
condensado en 680 páginas, la historia «de lo que nunca nadie se imaginó
encontrar», como ella misma afirma, y que como bien describió la psicóloga
uruguaya Andra Vaeza al leer el libro: «es una historia que te atrapa en su
descripción minuciosa, con un notable conocimiento de lo que somos las mujeres
y de nuestro mundo interior. Es un libro que nos da la oportunidad de
reinterpretarnos y comprendernos mejor, conocer nuestra herencia ancestral,
nuestros corajes de guerreras y nuestros miedos de niñas, nuestra bipolaridad
hormonal, nuestra bisexualidad innata, nuestro lenguaje corporal tan
socialmente inhibido. Es una intrigante mezcla entre la realidad y la
fantasía, entre la historia y el mito, que te transporta a la escena cultural o
histórica, descrita tan vívidamente que te sitúa en el lugar con estilo. Tiene
temas de todas las ciencias: psicología, historia, geografía, biología y sexo.
La autora muestra un amplio conocimiento de la madre naturaleza, del Cosmos, de
culturas infinitas, de magia, de brujería, de lo mundano y de lo esotérico, de
lo pagano y de lo religioso… en fin, una novela que te llevará de viaje por un
camino al autoconocimiento y que da lugar a la apertura de una 'nueva'
conciencia. En realidad, una vuelta hacia la matriz original olvidada, que es
el amor en su máxima pureza».
Los cinco anillos de poder… es un libro para leer con calma, con la mente abierta y
serena, y sobre todo, un libro para tenerle paciencia, mucha paciencia como le
tuvimos y le seguimos teniendo nosotras, porque es un libro que tiene vida
propia, y no es un chiste, que se reinventa cuando lo leemos, que nos subraya
lo que tenemos en nuestro subconsciente y que ni siquiera sabíamos que estaba
allí, que nos saca los demonios y los miedos, las dudas, los cuestionamientos,
que se planta frente a nosotros mirándonos fijo a los ojos y nos obliga a
enfrentarlo, a estudiarlo, a preguntarle y volver una y otra vez atrás y
adelante. Es un libro que, curiosamente, les ha gustado a los hombres que lo han
leído, aunque cuestiona mucho de la posición machista y masculina durante años
de patriarcado; que, curiosamente, muchas mujeres lo han comprado y no se han
atrevido a pasar de la página 20 y que, sobre todo, ha escandalizado a varios y
no precisamente por sus escenas de sexo explícito.
Es un libro que no se puede contar, que hay que vivirlo más que leerlo y
que tengo la seguridad que al hacerlo, tendrán que buscar más y más
información, y querrán saber más y más, y terminaran como nosotras, hablando de
mujeres y no precisamente en el bar con amigos y un trago en la mano. Porque
como dije al principio, un día Silvia echó
a andar y aún no ha parado, y en ese andar nos ha contagiado y muestra de esto
es Los cinco anillos de poder: Mártir, puta, bruja, santa y virgen, un libro
que inició su camino con ella y ahora continuará en el nuestro, sin parar… y a
nuestro pesar, porque ya Silvia anda escribiendo la segunda parte y afirmó que
será una trilogía. ¿Se atreven a abrirlo, a enfrentarlo? ¡El misterio está
servido!
Nota: Los cinco anillos de poder... está disponible en formato impreso en Amazon y en formato digital en BajaLibros