miércoles, 12 de septiembre de 2012

Poema (Miami, 09/12/2012)


I
Mi mano pájaro picotea incesantemente mi dolor
sadista amante sediento de soledad
y la ventana se derrite en mis alucinaciones
chupando mi sangre maldita de medianoche
mi mano pájaro te lleva de mi
lejos
te lleva
sadista sedienta
te lleva

II
Provoca mis huesos para desatar tempestades
lluviame sin perdón hasta calarme
con alevosía y premeditación
provoca mis huesos a la brava
a la sin escudo ni murallas
y persigna tu descreimiento de chiquillo asustado
traza cruces en mi piel para ahuyentar sortilegios
total, igual tengo tatuado tu deseo
provoca mis huesos con tres cojones
y desata las tempestades
provoca

III
Y mis ojos son tus ojos
Y mi cuerpo es tu cuerpo
Y mi sexo es tu sexo mil veces por segundo
mi sexo y tu sexo mil veces por segundo
Y esta noche te invoco
Maldito poeta, te invoco
Porque lo deseo, porque te quiero y porque me da la gana
Te invoco
te invoco

IV
Mi mano pájaro picotea sin cesar
y huyo por ella mar afuera
mi mano pájaro que vuela
mar afuera por ella vuela
mi mano pájaro picotea la ausencia incesantemente picotea
la ausencia que es mi dolor
incesantemente picotea la ausencia
tu ausencia que es mi dolor
incesantemente mi dolor

V
Y esta noche te invoco
con mi mano pájaro
te invoco esta noche
en tu ausencia que es mi dolor
mi mano pájaro
te invoco
tu ausencia
mi dolor

3 comentarios:

  1. Duele,desde la ausencia cada verso hasta la mano trasmutada "Y lo que yo amo es el pajaro"(como dijera Wichy)aun si esta herido.

    ResponderEliminar
  2. Si duele porque como dijera Wichy:
    Tú anocheces yo soy de día
    Tú eres estrictamente húmeda yo soy de fuego
    Tú eres tremendamente mañana yo soy sólo ayer
    Tú eres un millón yo tres cuatro cinco
    Tú ríes yo canto
    Tú sales yo me sumerjo
    Tú deambulas yo permanezco
    Tú eres el eje del mundo yo soy una bola de vidrio
    Tú te secas bajo el sol yo me pudro en el fango
    Tú amaneces impetuosa yo me apago sin fuerzas

    ResponderEliminar
  3. Ama al cisne salvaje

    No intentes posar tus manos sobre su inocente
    cuello (hasta la más suave caricia le parecería el
    brutal manejo del verdugo).
    No intentes susurrarle tu amor o tus penas
    (tu voz lo asustaría como un trueno en mitad de la noche).
    No remuevas el agua de la laguna no respires.
    Para ser tuyo tendría que morir.

    Confórmate con su salvaje lejanía
    con su ajena belleza
    (si vuelve la cabeza escóndete en la hierba).
    No rompas el hechizo de esta tarde de verano.
    Trágate tu amor imposible.
    Ámalo libre.
    Ama el modo en que ignora que tú existes.
    Ama al cisne salvaje.

    ResponderEliminar